lunes, 13 de febrero de 2012

Obra maestra

Siento un viejo júbilo en mi interior, grita por ser liberado, una antigua obra de arte entre mis brazos, la hamaco y la contemplo crecer, como si aquello no me hiciera feliz, como si no fuera más que una simple desdicha, solo allí puedo saber lo que se siente, lo que el universo me dicta. No más llantos para mi pequeño corazón, con una hoja de papel y una mano veloz rezó las palabras de mi corazón y me libero de los mil demonios entrecerrados en las jaulas de mi pesar, entre las sombras de los recuerdos olvidados, de las desdichas jamás vueltas a pronunciar. Y allí me hallo yo, entre las dos caras de una misma moneda, vomitando todo lo que fui y lo que soy, en un sinfín de mil palabras bruscas y encantadas, vistas sin parar, una y otra vez, aquí me encuentro yo, y soy lo que mis ojos ven y lo que mi corazón dicta. Soy aquello que transformo en un papel, cada oración y palabra a su continuación. No soy más que un libro abierto, un capitulo encerrado en otro, una obra maestra.

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