lunes, 23 de marzo de 2009

Sencillamente no lo puedo creer

Sencillamente no lo puedo creer, él, el hombre perfecto de mis sueños, aquel caballero con su corcel blanco, el príncipe de mi cuentos de hadas, el superhéroe que me salvo de un gran abismo.

Si, él, exactamente ese hombre, resulto ser como todos los demás, una gran decepción, una poderosa y arrebatadora angustia.

Me es difícil explicar como me siento en estos momentos, por un lado me invaden aquellos sentimientos de culpa, remordimiento, impotencia, y por el otro muy diferente se encuentran la agonía, el desconsuelo, la desesperación.
¿Cómo es posible?, hasta en un susurro le admití que lo amaba justamente por no ser como los demás, por tener ese algo diferente, por ser un hombre coherente en vez de mujeriego e hipócrita, llegué a confesarle que me encontraba terriblemente enamorada de su propio ser, de su autenticidad, de lo poco que le importaban los comentarios de la gente, de sus amigos, de las personas que lo querían.

Pero aquella imagen se desvaneció, y se llevo consigo toda insignia de lo que fue un pasado rico en promesas y sueños por cumplir.

Es increíble, cómo fue capaz de proclamarse dueño de mi corazón sin ni siquiera sentirlo suyo, como es posible que haya hecho tantos pactos con el diablo en dos sencillísimas pero profundas palabras.

No lo entiendo, no comprendo adonde quiere llevarme el universo con todo esto, tal vez merezca sufrir por haberme internado en el estúpido mundo del soñar, o quién sabe, puede ser que el camino de mi vida haya llegado a su fin.
Las opciones son varias y ninguna me resulta lo suficientemente buena como para calmar mis ansias por encontrar una razón justifica
tiva y convincente. Pero aún así continúo en pie, dejo pasar el tiempo para llegar al juicio final y obtener una explicación de los hechos, luego de tantas blasfemias y actos nefastos no existen muchas esperanzas, solo me queda esperar a que la vida me consuma lentamente, y así contemplar con mis propios ojos como mi presente y todo mi futuro dejan existir para abrirse paso en un solo camino, el último que vaya a recorrer en mi vida.


viernes, 20 de marzo de 2009

Qué está pasando

Siento como mi alma se quiebra por dentro, como mis ilusiones se desploman y dejan de existir.
La angustia comienza a florecer otra vez en lo más profundo de mi cuerpo, impidiéndome ver con racionalidad los pequeños detalles pertenecientes a mi realidad.
Solo si supieras todo lo que me pasa, si entendieras la manera en que mi ser se separa de mi mente ajena a ser una misma persona, si comprendieras el dolor que me perturba cada vez que pienso y vivo solo para existir.
Es como si la vida se encontrara en contra de mí con la maléfica idea de verme envuelta en llanto, como si alguien me impidiese ver más allá de los que mi ojos alcanzan a observar y sentir mucho más de lo que mi corazón logra anhelar, como si formara parte de un sueño importante, de una pesadilla vagabunda pero dañina, del deseo de una persona con ansias de ir lejos, para no volver.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Ficción en el amor

No puedo creer ni describir en sencillas palabras la repugnancia que me rodea, hoy en día creía que mis amistades y seres queridos eran personas importantes en mi vida, aquellas con las que podía charlar de mis problemas y angustias, reírme un rato sin importar que lloviera fuera, bailar hasta el amanecer sin cansarme.
Pero en estas dos semanas caí en la triste realidad en la que me encuentro, fue duro, impactante, más bien algo horroroso ver con mis propios ojos la manera en que yo misma destruí los vínculos con las personas que más quiero y quise en este universo.
Mantenía una imagen agradable de las amistades que conservaba, era como tener una película en mi cabeza dictándome escena por escena la manera en que poseía mil conocidos y muchas buenas personas en la que pudiera confiar, pero aquel día choque con el duro suelo de mi vulnerable vida. Ninguna de esas escenas proyectadas en mi cabeza eran ciertas, y aunque esa película si existía solo se trataba de ficción, una estúpida y arrogante comedia.
No solo me sucedió ese día, puedo admitir con exactitud que a lo largo de mi corta existencia toda mi vida se basó en películas, pensamientos, ilusiones, mentiras, puras imaginaciones de una adolescente con ansias de volar.
En amores, por ejemplo, lo más común y lamentablemente irreversible a esta edad. Puede ser que el chico no nos quiera de la misma forma, que tenga novia, que hasta tal vez nos aborrezca, pero aún así mantenemos la falsa ilusión de vivir un cuento de hadas a su lado. Lo vemos pasar y nos tiemblan las piernas como si nos perteneciera, nos acercamos para hablarle y nos derretimos con cada palabra que profiere pensando que nos relata una poesía, los buscamos, los llamamos, hasta nos tiraríamos debajo de un tren solo para tener su atención. Y luego cuando las ilusiones se van de paseo y nuestros ojos dejan de observar aquel mundo imaginario donde creíamos estar... lloramos, pataleamos, buscando una tonta explicación a lo tonta e ingenua que somos en el amor, y -más que nada- maldiciendo en todos los insultos posibles la estúpida forma en que caímos en el juego de soñar. Aún por más que en ese momento nos odiemos, juremos y hasta proclamemos un pacto para no enamorarnos nunca más, sabemos a la perfección que volveríamos a sufrir una y otra vez por ese hombre, porque un mensaje de su parte nos basta para secarnos las lágrimas y minarnos el corazón de mariposas susurrándonos 'él te quiere, merece otra oportunidad'. Sí, la máldita ilusión nuevamente volvió de visita para quedarse por largo rato.
Hay algunas cosas que nunca cambian, y -por más que quisiéramos- nunca van a cambiar. El amor es una, soñar es otra.

Gracias a todos mis hermosos lectores, en el transcurso de la semana voy a estar respondiendo los comentarios y visitando blogs, solo estoy esperando encontrar un hueco en mis horarios para dedicarles el tiempo que se merecen :).

sábado, 14 de marzo de 2009

Hasta luego inspiración

No me encuentro inspirada, paso por una etapa de cero expresión, sinceramente de una semana a otra mi mundo se vino abajo, quedé atrapada dentro de mi propio castillo de princesas, así que no se cuando voy a volver a escribir algo interesante, mi desinterés va más allá de un cansancio físico y sobretodo emocional. En un intento por transmitirle al mundo a través de textos lo que me sucede me encuentro incapaz de formar oraciones o frases sinceras que resuman las preocupaciones de mi adolescencia, es agotador sentarte delante de una hoja por media hora tachando una y otra vez el mismo título sin conseguir ponerte de acuerdo sobre tus sentimientos o sensaciones que alborotan la paciencia. Así que mi única forma de escape se encuentra bloqueada, deberé buscar alguna otra manera para desahogar mis penas, me frustra no poder escribir algo coherente y por esa misma razón tener que tragarme todo lo que me pasa por la cabeza en este momento, pero algo lo evita, una fuerza en mi interior me lo impide y no puedo hacer más que soportar todo lo que me lastima.
No por eso voy a dejar de comentar en mis blogs favoritos o responderle a aquellas personas que dedican un tiempo a leerme, solo que por un tiempo -y espero que no perdure por mucho- voy a estar en un estado vegetativo en mis entradas, así que gracias por seguirme aunque me encuentre así, recemos para que mi inspiración vuelva y me permita transcribir verdades.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Soledad vs Compañia

No se muy bien como expresarme en estos momentos, me siento dentro de una coctelera de mil situaciones, la vuelta al colegio fue por un lado atemorizante y por otro poco agradable, perdí tantas amistades por haberme comportado mal en otros tiempos, es como si el presente estuviera castigándome por las malas acciones que alguna vez cometí, es cierto, me comporté mal, me alejé de personas que quería, pero la depresión es problema de uno, no se comparte ni se vive en cantidad, es un sentimiento del cual no podía hacer parte a mis antiguos amigos, no es fácil de comprender, uno cuando se siente mal tiende a distanciarse y sufrir en silencio, y aunque los resultados no suelen ser los mejores hay que admitir que nos agrada sacar todos los lamentos a través de lágrimas o sencillas palabras en voz baja. La soledad no tiene comparación con ninguna otra clase de sentimiento, las personas pueden ver con sus propios ojos la manera en que me encuentro rodeada de amigos, pero a través de los míos solo noto personas con mentes cerradas e incapaces de comprenderme. Si mantenemos una mirada mucho más crítica el mundo podría darse cuenta que el estar rodeado de muchas personas no significa justamente que nos encontremos acompañados, sino que no estamos solos. Resulta irónico porque muchas personas piensan que son sinónimos, pero detrás de todo este circo se esconde grandes diferencias.
Solo, nadie nunca está solo, siempre existe una persona, un animal, una planta o cualquier objeto con vida que se encuentre cerca de nosotros.
Estar acompañados en cambio resulta más difícil.
Un ejemplo sencillo, ¿nunca observaron cuando se encuentran mal la forma en la que al menos la mitad de sus 'amigos' los evitan como si tuvieran la peste?, así que bien, podemos estar a su lado, pero sin embargo no poseemos su compañía.
Y es así como me encuentro ahora, veo gente a mi alrededor, personas que van y vienen, amigos que entran y salen de mi vida, seres humanos como yo que no se dignan a permanecer constantes, es entonces cuando surgen mis preguntas ¿cuándo será el día en que mi vida se estabilice y consiga mostrarle al mundo quien soy en realidad?, ¿cuándo será el día en que mi vida deje de ser un gran reloj estancado siempre en la misma miseria incapaz de avanzar a un futuro próspero?.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Pasado

Cuando un recuerdo del pasado golpea la puerta no nos queda otra opción que dejarlo entrar, ser amable con él y tratarlo como un invitado más a la gran mansión de nuestra mente, pero con tan solo una vez que bajamos la guardia y dejamos de fingir que nunca ha sucedido nada el inquilino se instala en un pequeño rincón y es capaz de cualquier cosa con tal de quedarse allí toda una vida.
El pasado nos impide seguir adelante, ser valientes y afrontar situaciones, ¿quién nunca ha evitado algo por miedo a repetir alguna situación?, o peor, ¿quién nunca se ha estancado en el pasado por miedo a vivir en el presente?. Y es que cuando nos referimos al pasado existen dos tipo de temores totalmente diferentes entre sí, primero: el miedo a que vuelva a suceder, y el segundo: el miedo a que jamás se repita.
Suena algo ilógico, pero teniendo en cuenta que la vida del adolescente es más contradictoria que racional es muy común que no exista un intermedio en la sociedad, todo eso se debe a una sola y simple razón: queremos que la vida se mueva a nuestro antojo.
El otro día me puse a pensar todas las cosas que cambiaría de mi pasado si tuviera una máquina del tiempo y la forma en que repercutirían estos cambios en mi vida actual. Fue muy duro caer en la cuenta que sería una persona totalmente diferente a lo que soy, pero me sorprendió aún mas saber que corregir pequeños errores (como conocer a la persona equivocada, pelearme con amigas, discutir con mis padres, tener momentos embarazosos) provocarían que no me uniera a otras personas ni que sucedieran otros acontecimientos que sí estaba esperando con ansias.
Tal vez si nunca hubiera hablado con el amor de mi vida no estaría sufriendo en estos momentos, pero quién dice que por no conocerlo a él jamás volvería a sufrir por un desamor.
¿Por qué esa estúpida manía de arrepentirnos por nuestros hechos?, fue grandioso conocerlo a él, pelearme con mis padres para aprender, alejarme de mis amigas para independizarme, tener momentos vergonzosos para ganar orgullo.
Hay dos opciones ahora: tener el pasado que te toco y sentirte fatal. O tener el pasado que te toco y sonreir.

domingo, 1 de marzo de 2009

Cambios en un pasar

Y resulta que después de todo, los momentos cambian pero los sentimientos perduran. Y así, de la misma forma que un capítulo continúa en la segunda página, la vida sigue, impredecible, pero ajena a los hechos que ocurren a nuestro alrededor. Es incapaz de detenerse por un segundo, aunque creamos la existencia de momentos que duran toda una eternidad y otros que suceden demasiado rápido como para disfrutarlos lo suficiente.
Aunque no nos parezca bien, los segundos, los minutos, las horas, los días, las semanas, los meses, los años corren, sin darnos un respiro antes de comenzar nuevamente con nuestras vidas, sin permitirnos aquel descanso que tanto anhelamos para poder acomodar nuestro juicio común.



Antes que nada gracias a todas aquellas personitas que me dedicaron un tiempito en sus vidas para dejarme un comentario en la entrada anterior, fue una gran locura momentanea, me encanta saber que puedo transmitirles a través de mis palabras confianza y sinceridad, me halaga mucho más saber que les agrada mi forma de expresarme y escribir, ojalá algún día consiga sacar un libro, es algo que toda mi vida desee, pero sinceramente aún no me siento preparada -mi imaginación puede volar por los aires, pero para las historias suelo ser bastante simple y torpe- aún así persisto en la idea y puedo jurarles que voy a cumplir mi sueño, algún día, pero lo cumpliré, mantengo la idea firme de que todos podemos escribir un libro mientras mantengamos en nuestras cabecitas la esperanza de conseguirlo y escribir sobre lo que sabemos y ocurre en nuestro entorno, tal vez no un gran drama como Shekespeare ni un fabuloso mundo como Rowling, pero se que muy dentro de cada uno hay una historia para contar.