martes, 17 de abril de 2012

Naufragando entre la realidad y la fantasía

Algo que tenía guardado en borradores y no se por qué jamás lo publiqué, ahi va:

 Me siento desecha por dentro, fugitiva de mi consciencia y prisionera de mis recuerdos.
 Buscándole una solución a aquello que no lo tiene, hallando en lo más profundo de mi alma un espíritu en pena. No voy a lamentar mis días
naufragando entre la realidad y la fantasía, lo cierto y lo inverosímil, lo atroz y la salida.
 Pero resulta más fácil, siempre lo es, poner música a un volumen alto y que mi mente divague olvidándose del suelo en que vivo, sí que lo es. Pero resulta contraproducente en mis sentimientos cuando vuelvo a tocar la vida. La verdadera vida.
 Me fío de gente que no es mi amiga, me dejo engañar por viejos momentos y palabras que no son más que testamentos de un pasado lejano, y aquello me destruye el alma.
 Pasado, pasado, pasado.
 Sus sombras pisan mis talones, me obligan a caer y que los mire a la cara.
 No tienen pelos de serpientes pero sí unas lenguas muy filosas, unos ojos envueltos en veneno y una magia… una magia que doblega el mismísimo poder de Hades.
 Y siempre sucumbo a sus poderes, soy
débil y adicta a ellos, me traen placer, del bueno, envolviéndome con aquella manta de certeza, de viejos recuerdos los cuales contemplo como una película, una y otra vez, sin cansarme, sin detenerme, sin parar a pensar en lo que estoy haciendo. Para entonces ya es demasiado tarde, el pasado vuelve a golpearme a la cara y esta vez fuerte, cada vez más fuerte que la anterior. Fracturando mis pesadillas para convertirlos en gritos hirientes por las noches, buscando escondites secretos por los pasadizos de mis lujosos castillos de cristal, y habitando allí por un tiempo, para luego cerciorarse que no quede absolutamente nada de ellos, al igual que las ilusiones, se evaporan allí, donde nunca puedas ni siquiera mantenerlos como un simple recuerdo. Solo se van. Las esperanzas y mis castillos de cristal, que tan flébilmente me había dispuesto a proyectar en mi cabeza.
Y aún así, lo permito, una y otra vez, tal vez esperando que el resultado sea
distinto, o que un día las cosas tomen una forma diferente, sea cual sea la razón me mantengo allí, dispuesta a presentar mi cara, sin malas intenciones, para que el pasado nuevamente me de otra vez bofetada.

Senderos

Cada vez que un viejo amor se compromete con un nuevo destino siento como si dentro de mí se rompieran mil sendas que jamás llegaré a cruzar. No me malentiendan, me pone contenta viéndolo realizar sus sueños, siendo feliz junto a otra mujer. Pero muy a mi pesar me recuerdo que en aquel lugar podría estar yo, pero que jamás lo supe aprovechar, tal vez porque escogí mal o simplemente me dejaron ir.
Sea cual sea la cuestión es como si de pronto mis posibilidades se reducieran, quedando solo aquello que tengo como presente, un solo destino, el cual cada día que transcurre menos podré cambiar.
 Estoy feliz, sí, no lo niego, es un camino menos pedregoso que los anteriores, pero sigue habiendo grietas por el camino (y no me quejo, después de todo los caminos sin ranuras solo existen en los cuentos de hadas), pero hay algo dentro de mí que me impide poder disfrutar como debería, es como si mi antigua Agustina empujara cada día más por querer volver a rebelarse, no acepta tener solo un destino entre sus manos, ella quiere tener al poder todas las cuerdas posibles para poder tirar de ellas cuando se le antoje, pero eso es imposible… y egoísta, sumamente egoísta.
 Pero no voy a ponerme a discutir con mi antiguo yo, de eso ya tuve demasiado. Simplemente espero que aquellas personas que deje ir a lo largo de mi vida sean felices, que los quieran y amen como yo no supe hacerlo, tal vez porque no me encontraba en un momento oportuno o porque simplemente no sentía interés, solo espero que tanto amigos, amantes y familiares sepan perdonarme por mi indiferencia en algún momento.
 Les pido perdón a todos, excepto a una persona, por la cual moví cielo y tierra, regalé lo poco que me quedaba de dignidad, me arriesgué a compartir la poca felicidad que poseía, y le di amor, un amor puro y sin rencores de un corazón hecho pedazos anteriormente. Y él no me devolvió nada, juró y prometió pero no hizo absolutamente nada de lo que había pactado. De hecho tampoco hizo nada de lo que decía, era como si sus palabras y sus actos vivieran en continentes diferentes con idiomas completamente opuestos, era imposible que se comprendieran entre sí, inevitable que no sucediera una guerra entre ellos.
 Hay algunos caminos que nacieron para unirse, otros en cambio estarán minados por siempre en la oscuridad de los árboles, en la profundidad del olvido y en el silencio fantasmal de los pájaros cantando al anochecer.

lunes, 5 de marzo de 2012

Fracciones

Mucha gente piensa que me encuentro obsesionada con X por guardarle tanto temor a los recuerdos que tengo a su lado, la verdad es que no es así, ni por poco. Él forma parte de aquellas memorias, y como tal, es solo una fracción de todo lo que compuso mi vida en aquel entonces. Mi pasado es doloroso, sí, pero X es solo un dolor, no todos.
 No es cómodo tener que andar aclarando lo que pasa por mi cabeza, pero a la gente le encanta que uno esté confundido y tenga que dar explicaciones. Los hace sentir importantes.
 La verdad es que yo deje hace mucho de sentir aquello, así que me limito a ser y no explicar nada. Las pocas personas que conservo de mi adolescencia sabrán por los momentos que habré pasado, y hasta tal vez ni siquiera ellos sepan la verdad de todo lo que se esconde entre sus muros, pero prefiero eso, antes que no sepan nada y pisen fuerte en un camino embarrado donde no podrán limpiarse fácilmente.
 A quien realmente le importas te querrá por lo que eres ahora, no por quien fuiste ni por quien serás.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Frustración

Frustración
Corriendo por mis venas, inyectando mis ojos en sangre, surgiendo de lo más profundo de mi corazón. Creía que ya no se encontraba en aquel rincón, que lo había desechado para siempre de mi vida en todos sus sentidos. Pero no, allí se encontraba nuevamente, asomado por las paredes de mi mente sin pedir permiso, como siempre había hecho, involucrándose en mi vida, tomándola en un abrir y cerrar de ojos, y al día siguiente desapareciendo. Sin más.
 Más frustración, más dolor y enojo conmigo misma.
 Soy especialista en permitir que viejos recuerdos me azoten en la cara y divaguen con indiferencia por mis memorias, se escabullen, pero yo tampoco me ocupo en retenerlos, simplemente cuando uno pequeño aparece por allí ya soy consciente de lo que sucederá a continuación: la explosión de recuerdos.
BOOM.
Recuesto el rostro entre mis manos y hasta el más mínimo roce provoca que me incomode la situación.
Si tan solo mi mente se ocupara en callar todo sería más sencillo, menos complicado para mi ser y vida en sí. Porque cuando una astilla de la razón se tuerce en mi interior es débil entre aquellos recuerdos y suele perder, como siempre perdí yo.
La única solución es esperar. Segundos, minutos, horas, días y no quiero continuar.

Espere tanto en mi vida que unos días me parece lo más sensato del mundo.

lunes, 13 de febrero de 2012

Obra maestra

Siento un viejo júbilo en mi interior, grita por ser liberado, una antigua obra de arte entre mis brazos, la hamaco y la contemplo crecer, como si aquello no me hiciera feliz, como si no fuera más que una simple desdicha, solo allí puedo saber lo que se siente, lo que el universo me dicta. No más llantos para mi pequeño corazón, con una hoja de papel y una mano veloz rezó las palabras de mi corazón y me libero de los mil demonios entrecerrados en las jaulas de mi pesar, entre las sombras de los recuerdos olvidados, de las desdichas jamás vueltas a pronunciar. Y allí me hallo yo, entre las dos caras de una misma moneda, vomitando todo lo que fui y lo que soy, en un sinfín de mil palabras bruscas y encantadas, vistas sin parar, una y otra vez, aquí me encuentro yo, y soy lo que mis ojos ven y lo que mi corazón dicta. Soy aquello que transformo en un papel, cada oración y palabra a su continuación. No soy más que un libro abierto, un capitulo encerrado en otro, una obra maestra.