Recuerdos de un corazón roto

Es el segundo día en que no consigo dormir bien, si bien me encuentro cansada por las noches me resulta imposible cerrar los ojos y caer en un profundo sueño, lamentablemente mi viejo amigo el insomnio está de visita nuevamente.
Pensar, eso es lo que me tortura día y noche dejándome sin respiro, supongo que la gran mayoría me entenderá cuando diga lo realmente desagradable que se siente experimentar aquel cansancio agudo y aquellos sentimientos que siguen galopando por nuestro ser sin dejarnos tranquilos. Es inevitable no pensar por las noches, creo que prefiero tener pesadillas antes que seguir sin dormir a causa de tantos pensamientos vulnerables.
Primero aparecen como una imagen indefensa, luego se propagan por todo mi cuerpo recordandome viejas sensaciones y despertando aquellos recuerdos que tan tranquilamente había decidido evitar, y por último -tan malvados- se largan dejándome aquel vacío en mi interior, con la necesidad de querer y necesitar volver a vivir aquellos momentos que tan feliz me hacían.
No resulta para nada facíl dormir en esas situaciones, y mi terca mente no ayuda mucho que digamos, solo se dedica a pensar y corroborar cada recuerdo como si mi cabeza se tratara de un scanner.
¿Para qué seguir engañandome?, lo extraño, y no puedo creer que mi vida resulte tan diferente ahora que no lo tengo, ya he oído muchos "es un tarado" "no valía la pena" "merecés algo mejor" "vas a estar bien" "hay millones de hombres en el mundo", pero cómo explicarle a esa gente que él era mi vida, nuevamente me arrebataron lo que me pertenecía dejándome sin nada mas que memorias y recuerdos, ¿cómo pretenden que comience de nuevo?, ¡me quitaron mi felicidad!. No es sencillo, y supongo que no todos comprenderán la importancia que un simple hombre puede ser para una mujer, pero cuando aquel Don te devuelve aquella vida perdida, es el heroe de tus sueños, todo lo que mas apreciabas en el mundo, la persona perfecta que aceptas sin reproche todos sus defectos y virtudes ¿qué consuelo vale suficientemente la pena como para sonreir?. Por cada nuevo amor se vive una vida nueva, y todo lo que viví con él fue el mundo de fantasía que toda mujer alguna vez habrá soñado en su niñez. Sí, fue real y eso es lo que más me duele.